la Imagen del Profesional

La imagen profesional es la llave que abre las puertas de las oportunidades, el éxito llegará luego cuando demostremos nuestro talento y competencias.
Ni siquiera el mismísmo James Bond ha escapado a esta regla.


Cuando en 2005 se anunció que sería el nuevo agente (imagen a la derecha) nadie confiaba que aquel inglesito rubio, de piel casi transparente y sonrisa amable fuera capaz de encarnar al legendario personaje.

Su transformación física no ha sido fruto de operaciones de estética, ni retoques digitales, sino del asesor de imagen que aplicó el colorido y estilos idóneos.
Para lograr la imagen buscada se le ha cambiado el color del cabello, pasando del rubio claro ceniza a un rubio oscuro con un punto avellana; el corte pasa del suave desfilado a un corto geométrico, sin movimiento ni volumen. Finalmente, una de las claves del impacto visual está en el bronceado de su piel que le aporta un dinamismo extraordinario y realza el turquesa intenso de los ojos.
El vestuario y los complementos (de Tom Ford) combinados en colores dramáticos, texturas lujosas y patronajes bien estructurados le visten con sobriedad y dan el toque final al efecto deseado (imagen izquierda):
  • Más autoridad
  • Más aventurero
  • Más caracter
  • Más fiabilidad
  • Más ironía
  • Más peligroso
  • Más seductor
  • Más seguridad
  • Más virilidad
La nueva imagen de Daniel Craig sumada a su excepcional talento como actor han dado como resultado que sus películas sean las mejor valoradas por la crítica y las más taquilleras de toda la saga (Sir Connery incluido).
Y tú, ¿qué imagen quieres proyectar?