Llegó a La Maison en 2008. como director creativo global de
cosméticos Chanel para sustituir a Dominique Moncourtois (último empleado de
la casa seleccionado por la mismísima Mademoiselle Chanel) y Heidi
Moraerts, ambos co-directores de la
división de belleza.
En muchos sentidos, él no era el candidato ideal, con su
ligero acento belga, el cabello rubio oscuro y carácter tranquilo.
Graduado en
la prestigiosa Academia de Amberes, donde estudiaron otros talentosos
diseñadores de moda como Martin Margiela y Ann Demeulemeester.
Philips abandonó
el diseño de moda para dedicarse al maquillaje, vocación que descubrió después
de haber trabajado como ayudante en el backstage de la pasarela de prêt-à-porter
de Paris.
Desde entonces, fue ganando prestigio y reconocimiento por la magistral
utilización de materiales inusuales en maquillaje como plumas, perlas y tejidos
en sus looks.
Durante la útima semana de la moda de París, nos ha vuelto a
sorprender con un festival de cejas.
El tema de la pasarela eran los minerales y para darle mayor
dramatismo y un toque de uniformidad, Philips presentó unas cintas
rectangulares de tul bordado con piedras incrustadas que pegó sobre las cejas
de las modelos a modo de prótesis.
Las piezas las elaboró la prestigiosa casa
parisina de bordados Lesage, cuyos artesanos dedicaron unas 3 horas a producir
cada par.
Un resultado impactante, de uniformidad casi militar para el ejército de chicas CHANEL de la próxima temporada otoño-invierno 2012-2013.