En el Reino Unido, al tercer lunes de enero se le llama Blue
Monday (lunes "azul", melancólico), y se considera el día del año en que podemos
sentirnos oficialmente tristes,
abatidos, desmotivados y melancólicos.
Después de las jornadas navideñas y festivas del año nuevo,
tres semanas parece ser el tiempo necesario para dejar atrás la euforia de los
días de vacaciones y para aparcar alguno de los buenos propósitos para
el año recién estrenado (si no todos), como dejar de fumar, apuntarse al
gimnasio y además ir, estudiar inglés...
Ojalá fuese suficiente con un día solo para contener la
desmotivación, en la situación adversa que nos está tocando sortear en toda
Europa, pero si lo miramos en positivo (como dicen mis amigos los Coaches),
puede ser una herramienta útil.
Para mí, como experta en análisis del color, esta expresión
me da la oportunidad de reflexionar y profundizar en la dimensión
psicológica del color azul, en su aspecto menos positivo en este caso, el de la
pasividad.
Los tonos azul-grisáceo o azul pastel responden a tal estado de ánimo, como ha plasmado el maestro Picasso durante su período azul
CONSEJO: Puedes llevar azul cuando quieras reforzar tu mensaje personal comunicando confiabilidad y lealtad en tu imagen externa. Elige una gama oscura cuando se trate de reforzar tu imagen profesional y deja las gamas más pálidas para cuando quieras parecer inocente e ingenuo/a.